Cientos de padres que han perdido a sus niños manifestaron no haber podido reconocer las señales de alerta ni esos gritos de auxilio en sus hijos, y han revelado que hubieran dado cualquier cosa por evitar ese suceso.

Lo peor de todo es que los niños que se suicidan no quieren morir, solo desean apagar un dolor o una pena que llevan por dentro; lastimosamente sus padres no saben cómo ayudarles y para muchos padres o madres, esas señales pasan desapercibidas.

Cada año, miles de familias viven el dolor irreversible de perder a quienes más aman, sin haber visto esas señales. El suicidio infantil no es un acto repentino: es el resultado de un sufrimiento que se puede prevenir.

Hoy puedes marcar la diferencia. El libro ¿Cómo evitar que tu hijo se suicide? Escrito por expertos en salud mental, te enseña a detectar alertas invisibles, actuar en el momento preciso y aplicar estrategias que pueden salvar la vida de tu hijo. No importa si crees que “todo está bien”: incluso si tu hijo ríe y parece que todo está normal, puede estar en peligro.